PUERTO DEL TIMÓN - ARROYO COMARES - VILLAMARTÍN (CÁDIZ)
Villamartín
y sus alrededores son cruzados por varias cañadas. Esta ruta es un
agradable paseo por una de ellas, concretamente por la Cañada Real de
los Puertos. Su estado es lamentable y los 72 m de anchura que debería
tener han sido reducidos a un angosto sendero, inundado de maleza y casi
perdido en algunos tramos por la acción de las arroyadas. Aún así
merece la pena darse el paseo.
Recomendamos
leer la ficha para tener claro como se llega hasta el inicio del
sendero. Una vez en el punto de partida, junto a una moderna verja por
la que se accede al cortijo de Tierras Nuevas de San José y a su
alojamiento rural (Cortijo del Puerto del Timón), tomamos la cañada que
vemos en la foto en claro ascenso hacia el puerto.
Villamartín, en el horizonte oeste, va quedando cada vez más atrás.
Observamos a la que fuera gran Cañada Real reducida a una breve senda.
Una
vez superado el suave puerto iniciamos el descenso. La pequeña altura
alcanzada nos permite dominar el entorno de lomas y cerros redondeados.
Varios de estos cerros (Bermejo es el más conocido) forman la pequeña
sierra que vemos al fondo conocida como de Santa Lucía, donde
se sitúa un vértice geodésico.
Tras
otro de estos cerros podemos ver con nitidez la Sierra de El Gastor y
sus dos picos: Lagarín y las Grajas. A su derecha Zahara de la Sierra.
Si hacemos clic sobre la foto llegaremos a distinguir mejor su castillo.
Otra sierra más, esta vez la de Líjar, cercana a Algodonales y La Muela.
Y
por último, Sierra Margarita y las estribaciones que la preceden. De
ella llegan las aguas de los arroyos que cruzaremos poco después. En la
lejanía la Sierra del Pinar con el Torreón y el inicio de la crestería.
Las arroyadas y la falta de cuidado van "comiéndose" poco a poco el estrecho sendero que nos queda de cañada.
Primer
arroyo que encontramos, del Fraile, tributario del Comares. Al ser
utilizada la cañada en esta zona por maquinaria agrícola, la vereda se
convierte en carril, aunque su aspecto estético empeora.
Estamos
al final de nuestro camino y nos entretenemos en tomar alguna foto de
las bellas florecillas que adornan y perfuman los bordes del sendero.
Pronto
se nos hizo de noche y no pudimos tomar ninguna foto "decente" del
arroyo Comares y la estrecha angostura por la que discurre. La cañada
continúa, en principio, hasta Zahara, pero tras cruzar el Comares y
transitar unos centenares de metros por un carril actual casi
desaparece.
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