PUERTO DE LAS VIÑAS - BARRIDA - CAÑADA DE LOS GAMONALES
Ruta
lineal que parte desde el puerto de las Viñas, situado en las cercanías
de Villaluenga del Rosario y llega hasta las puertas de Ubrique,
cruzando esa manga de terreno que se forma entre la sierra de Ubrique y
las Viñas por un lado y la de los Pinos, Blanquilla y Líbar por el otro.
En un principio prolongación de los Llanos del Republicano y que
después toma entidad propia en toda la zona de Barrida y Cañada de los
Gamonales.
Datos: Distancia: 13,1 km / Tiempo: 4:30 H / Desnivel: +190 -786 / Abril de 2015.
El
mapa nos da una idea más clara de esta ruta que desciende unos 600 m
entre Las Viñas y Ubrique. Lugar de fuertes precipitaciones,
posiblemente las más altas del macizo de Grazalema y abundantes
fenómenos tormentosos.
Evitamos
la subida desde Villaluenga hasta el puerto de las Viñas usando los
coches que dejamos en el conocido llano donde también se inicia la senda
del Republicano. Nosotros tomaremos el camino de la derecha que
coincide con la colada de la Plaza de Toros por el Puerto de las Viñas.
Poco después, en otra bifurcación, seguiremos la colada que es el
sendero de la izquierda.
Entre
pinares aparecen las ruinas de la venta Clavellina o simplemente la
Venta, lugar tradicional de encuentro cuando estos lugares estaban más
poblados.
A
su lado el Pilar de la Venta, formado por largas pilas y donde el agua
brota abundantemente para formar escorrentías que dan lugar al arroyo de
la Venta. La vegetación tapa los abrevaderos bajos y un tabique separa
el pilón rematado por un filo metálico que evita el encaramamiento de
las cabras. Enlace a Conoce tus Fuentes.
Continuamos descendiendo por el pinar por terreno muy húmedo donde apreciamos algunos gaviones en el arroyo la Venta.
Por encina de la densa vegetación la sierra de Líbar.
Miramos
hacia atrás para observar los llanos que se forman entre las pinaletas
coronadas por las cumbres de la sierra del Caíllo que trata de enlazar
con la del Endrinal.
Casa
de las Cañadillas, lugar habitado cercano a la casa de las Merinas
hasta donde llegan los vehículos. Se reconoce esta casa por su chimenea
pintada de blanco y verde. Por encima de ella los Tajos del Rincón de
Nieto. En esta zona cruzamos la Cañada Real de los Bueyes de Ronda.
Podríamos
seguir esa cañada pero preferimos buscar unas lomas desde donde vemos
el inicio del valle del arroyo de la Higuereta (Higuerela en los mapas),
que tras unirse más adelante con el de la Venta forman ya la Garganta
de Barrida.
De la foto anterior destacamos y acercamos este pozo manante catalogado por M. Limón como de las Cañadillas.
Y este pilar-abrevadero catalogado por J.L. Valencia Oca como Fuente de las Cañadillas. Agradecemos a José Luis sus aportes para la redacción de esta entrada.
A
nuestra derecha aparecen unas ruinas pertenecientes a la escuela rural
de Barrida, situada en la zona del Quejigal. Tras los varios kilómetros
hechos ya de sendero, nos parece que estamos muy lejos de la
civilización cuando aparece ¡una escuela! La explicación de su
construcción en este lugar, hoy tan apartado, está en la abundante
población que existía en estos campos, posiblemente mayor que en el
mismo pueblo, al que se iba “de vez en cuando”. Pudo funcionar entre
1920 y 1950, así nos lo explica en un interesante reportaje “Cuaderno de Campo Payoyo”.
Seguimos
cerca de la escuela de Barrida y nos llaman la atención estos
ortostatos o losas verticales que podría estar relacionados con un
dolmen.
Desde
el promontorio donde nos encontramos nos maravillamos ante estos
impresionante tajos en la prolongación del Rincón de Nieto.
Grandes corraletas de piedra seca y algunos restos de edificación cercanos a la escuela de Barrida.
En
uno de los laterales de la gran corraleta encontramos este apartado que
según nuestro experto en la zona se corresponde con lo que podríamos
llamar “un mamadero” donde se encerraba a las ovejas y cabras ariscas
que no querían amamantar a sus crías, situando el palo entre la cuatro
patas, para evitar que se acostaran, permitiendo así que se amamantaran.
Edificación anexa a la corraleta.
Bajamos
al valle para cruzar el arroyo de la Higuereta para seguir ahora por su
margen izquierda, separándonos un poco de la ruta para visitar…
…este
chozo, muy destruido pero repleto de enseres y utensilios lo que nos
indica un abandono no muy lejano, como nos confirman nuestros amigos de
Ubrique, conocedores de la familia que lo habitó.
Singular colgadero del que aún prende la cafetera.
Avanzamos desde el chozo buscando una angarilla y nos encontramos algunas formaciones rocosas entre la vegetación arbustiva.
En este tramo el sendero se encaja dejando a la derecha el cerro de la Jara.
Nuevas ruinas, en esta ocasión muy numerosas, en la parte final de la ladera de Bardonado.
Desde
el pequeño poblado bajamos en busca de la Garganta de Barrida la cual
seguimos durante un tramo para abandonarla por la otra margen, arroyo de
Barrida arriba (afluente de la Garganta). Al fondo, siempre
impresionante, el Puntal de la Raya.
Seguimos el arroyo de Barrida (afluente de la Garganta de Barrida) arriba, como vemos aún con agua en busca de…
…los pozos de Barrida, conjunto formado por dos unidades y múltiples pilones.
Salimos
del lugar para encontrarnos otra vez con el arroyo, el cual cruzamos
por una zona compleja, sin sendero claro hasta encontrar un paso. Poco
después aparece esta alineación de encinas próxima a Puerto Tirado.
Al otro lado del valle la casa de la Huerta de Barrida.
Y por encima de este lugar la mole de la sierra de los Pinos.
Montamos esta panorámica donde vemos como enlaza el Puntal de la Raya con la sierra de los Pinos.
Enorme lentisco junto a las ruinas…
…de
la casa de Barrida según los mapas y casa de Puerto Tirado según
algunos de nuestros acompañantes. Desde aquí empezamos a circular
paralelos a la cañada de la Breña de la Garganta Millán (Gamonales) con
la que acabaremos confluyendo.
En
un lateral localizamos este pocillo manante con cota de agua variable
según la época del año y el nivel freático. Lo hemos catalogado como fuente de Puerto Tirado.
Oscurece
cuando encontramos las primeras estribaciones de la sierra de Ubrique
sobre cuyos farallones se recortan las siluetas de las cabras montesas.
Fin
de la ruta y de la tarde ya a las puertas de Ubrique, al que llegamos
sin abandonar la cañada de los Gamonales. Ahora debemos regresar al
puerto de las Viñas donde quedaron los coches. Los compañeros de Ubrique
quedaron estratégicamente aquí unos coches que nos facilitó mucho la
labor.
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