Manga de Villaluenga

Manga de Villaluenga -Chaparral -Saltillo -Cintillo


La ruta se inicia en un descansadero situado en la Manga de Villaluenga del Rosario, relativamente cerca del pueblo; desde allí, aprovechando un carril hormigonado que sube hasta las antenas de TV y telefonía, nos elevamos hasta la sierra de las Viñas, para enlazar con el Chaparral, el Saltillo, sierra Baja y finalmente descender hasta el área recreativa del Cintillo. Desde aquí podemos regresar por la Manga hasta la salida o utilizar el sistema de dos coches en ambos puntos. Encinares, lapiaces, ranchos y aljibes dominan el solitario lugar donde los ganaderos sacan adelante a sus vacas, cabras y cerdos, siempre luchando por la falta de agua en un lugar especialmente lluvioso.
 Una fuerte rampa nos eleva rápidamente hasta la sierra de las Viñas por la zona del puerto de los Majanos del Aguilar.
Pronto aparece Villaluenga del Rosario a los pies de la sierra del Caíllo.
Nos desviamos del amplio carril para bajar a visitar el aljibe del Chaparral Bajo. Vemos recién restaurada su cúpula y la hormigonera aún presente. Parece ser que el trabajo se ha quedado a medias.
Los cerdos nos acosaron con desesperada hambre impidiendo una visita más calmada al lugar, Decidimos acortar camino para enlazar con el carril, buscando el yacimiento paleontológico del Chaparral.
La importancia de este registro de fósiles radica en su antigüedad, superior al millón de años, y a la abundancia de huesos de especies de fauna hoy desaparecidas como rinocerontes, bisontes y grandes carnívoros.
Avanzamos hacia la Casa del Chaparral y aparecen bosquetes de encinas de respetable tamaño (chaparros).
Aljibe del Chaparral Alto. La restauración ha sido más completa que el anterior: el tejado vuelve a encauzar el agua de lluvia a su interior. Exteriormente no hay reguera pero también le llega agua de la cercana casa.
Casa del Chaparral, blanca y adecentada, a los pies del cerro del mismo nombre.
Entre la hojarasca aparecen tiernos azafranes silvestres. Las bellotas comienzan a caer de las frondosas encinas para engordar a los abundantes cerdos del Chaparral y Saltillo.
En nuestro caminar veremos un muro de piedra con alambrada que actúa de límite entre los términos de Villaluenga y Benaocaz. Siguiéndola ascendemos al pico más alto de la zona: El Saltillo (1.162 m). Si avanzamos unos 50 metros encontramos un mirador hacia la Manga.
Desde este mirador podemos apreciar la estéril ladera de solana de la sierra del Caillo. A media ladera se aprecia un sendero que viene de la ermita del Calvario (Villaluenga) y baja a la Manga.
En todo lo alto encontramos un paso, cruzamos el muro y por intuición y sin sendero claro, aprovechando una escorrentía bajamos sin problema a visitar el Rancho del Médico. Los perros nos oyen y decidimos bordear una gran corraleta para visitar con precaución el aljibe.
Lo encontramos al otro lado. La estructura clásica: tejado receptor del agua de lluvia, brocal con carrucha de pozo para sacar el agua, dos vertederos que conducen el agua extraída al pilón alto y al bajo, empedrado para evitar el barro y conexión con la casa para recoger el agua de su tejado. Una placa en lo alto indica: FB-AÑO 1893.
Calmamos un poco a los perros que cumplen a la perfección de cuidar el cortijo. Es normal encontrar a uno de ellos, menos agresivo, suelto que recorre el entorno y avisa (el blanco y negro en este caso) y a otros más fieros atados.
Su presencia nos impide acercarnos al rancho que presenta un buen aspecto. Sobre el murete de piedra tranquilos gatos nos miran con indiferencia. Un cazador nos la identifica como la Casa del Saltillo, los mapas como Rancho del Médico
En un lateral del pilón aparece la misma inscripción que en el aljibe. La hemos retocado ligeramente para poder leer mejor las letras talladas en la roca.
Desde Google Earth llevábamos señalados varios lugares a visitar: un redondel que podía ser una era, una gran circunferencia o posible corraleta con muro de piedra seca como es habitual en estos lugares y una extraña figura (ocho o muñecote con una pierna levantada) que sentíamos curiosidad por descubrir.
Efectivamente aparece una espléndida era muy bien empedrada con refuerzos radiales que nos vuelve a confirmar el cultivo de cereales de secano en estos altos lugares plagados de piedras.
Al lado de la era, el gran corral, con el muro medianamente conservado.
Y aparece el muñecote patoso que veíamos desde G. Earth. Dos grandes corraletas perfectamente circulares, muy bien conservadas, comunicadas entre sí y con un muro de más unos 2 m de alto. Aun veremos otros cercados más pequeños para cerdos. La meseta debió estar muy aprovechada para la ganadería, aún lo está.
El valle y consecutivas dolinas nos llevan a otro aljibe, el de la Magdalena; aquí no ha llegado la restauración. De gran belleza, parece abandonado aunque algo de agua conserva pese a la inutilidad de tejas, canalones y regueras.
Si comparamos el estado del tejado en la fecha de nuestra visita (octubre de 2012) con la foto hecha por Manuel Limón (diciembre de 2011, foto siguiente) veremos el deterioro sufrido por la techumbre en menos de un año. Hemos hecho alguna gestión en la Oficina del Parque preguntado sobre su restauración, esperamos la respuesta.
Fotografía cedida por Manuel Limón (El Blog de Manuel)

Nos queda una última visita. Imposible de localizar si no se dispone de alguna referencia. Nosotros contábamos con el waypoint facilitado por Manuel Limón y fue fácil. Bajo ese pequeño arbusto redondeado aparece un complejo, rudimentario, desesperado… pero útil sistema de captar el preciado agua.
Remitimos al Blog de Manuel (enlace fin de página) donde describe a la perfección este complejo sistema formado por un pozo-aljibe superior (no se ve en la foto), un pequeño estanque con borde de ladrillos y dos pilones, todos ellos conectados entre sí.
 Descendemos hacia sierra Baja, ya cercana a Ubrique, tomamos la vereda de los Contrabandista y acabamos nuestra ruta en el área recreativa de El Cintillo-Aguanueva.

 Visión global sobre el mapa del IGN
Detalle del track con los waypoint más importantes sobre mapa de Topohispania

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar en esta página.